Más allá de los empujones, las largas filas, las peleas y la molestia por no conseguir el artículo deseado, los empleados de las tiendas que abren sus puertas para la venta del madrugador cuentan que los consumidores se comportan como salvajes durante ese día.
Bobby Vélez un gerente de una cadena de farmacias dijo que la norma durante un día como hoy son los insultos y las amenazas. "Hasta tratar de golpear a los empleados. En mi tienda entró un perrito una vez y no tumbó nada", dijo.
Damaris Esther relató cómo el ansia por comprar de manera desmedida hace que la gente tire las cosas al suelo y luego las pise. "Se paran encima de los DVD. Es que no hay manera de describir lo salvajes que son. Vayan a la hora que les dé la gana. Gasten todo el dinero que tienen y el que no tienen también. Pero tengan consideración", reclamó la mujer.